Bien es sabido que, como varios estudios realizados en los últimos años demuestran, la dieta mediterránea que llevamos a cabo en países como España, Italia y Portugal, mejora y ayuda a mantener una buena esperanza de vida.
Es decir, nuestra alimentación mejora la esperanza de vida al prevenir enfermedades cardiovasculares y retrasar el envejecimiento celular.
¿Y qué pasa si hablamos del jamón ibérico de bellota? Este, sin duda, es uno de los alimentos más saludables que podemos incluir en nuestra dieta mediterránea.
Los ácidos grasos monoinsaturados que lo caracterizan lo convierten en una alternativa muy interesante para completar los menús de una dieta equilibrada basada en frutas, verduras, cereales y proteínas.
¿Sabías qué la grasa del jamón ibérico de bellota reduce el colesterol?
Aparte de un sabor sobresaliente, el jamón ibérico de bellota destaca por la calidad de su fracción grasa. El jamón procedente de los cerdos criados en la libertad despunta por poseer una elevada proporción de ácido oleico.
Para hacernos una idea, el ácido oleico es un ácido graso monoinsaturado que pertenece a la serie omega 9 y que destaca por tener la capacidad de reducir la formación de colesterol en nuestro organismo.
El jamón ibérico de bellota suele presentar en torno a un 60% de ácido oleico en su composición, lo que quiere decir que introducirlo en nuestra alimentación favorece la protección de la flora intestinal y reduce los niveles de colesterol LDL, conocido como el colesterol malo.
La ventaja de una pieza de jamón ibérico 100% de bellota reside en el carácter de su grasa, ya que la vida y la alimentación del cerdo del que proceden ha sido plena.