Los científicos han visto que los cerdos son un buen filón para experimentar y sustituir los órganos que nos fallan a los humanos por los suyos. Han pasado décadas intentando fabricar unos tejidos de cerdo que el cuerpo humano no rechace, pero esto ha traído consigo el PERV (infecciones virales antiguas), unos genes de retrovirus porcinos que se encuentran en todo el genoma porcuno y pueden infectar a las personas a las que se les trasplanta el corazón, el pulmón o el riñón del cerdo.
Sin embargo, una empresa de Estados Unidos ha desarrollado una forma de editar los genes de los cerdos con CRISPR y así crear decenas de cerdos que no dejan rastro de genes PERV. De esta manera, se modificarían los genes de los cerdos. Para el experimento utilizaron cerdos vivos que clonaron sin modificarlos genéticamente, con un cerdo por cada cien embriones implantados.
Más tarde, probaron los tejidos de 37 lechones que nacieron y parecían no mostrar signos de tener PERV. Sin embargo, para que los órganos de los cerdos no fuesen rechazados por los humanos, habría que realizar otro tipo de modificaciones en el genoma de los cerdos. De todas formas, estos avances representan un paso importante hacia el uso clínico de corazones de donantes de cerdo en pacientes humanos.