Es mucho lo que se ha hablado e investigado sobre El Quijote. La obra más conocida de Miguel de Cervantes Saavedra y, probablemente, la más conocida de las letras españolas. Pero, ¿qué tiene que ver El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha con el cerdo ibérico?
Como ya hemos advertido en entradas anteriores en el blog de MAGUISA el cerdo ibérico es el animal más universal de la península y como tal también tiene su aparición en la novela más internacional.
Esta semana celebramos el Día del Libro, el 23 de abril, fecha en la que fallecieron ilustres figuras de la literatura como Cervantes o Shakespeare. Por ello, no queríamos dejar pasar la oportunidad de mostrar como el cerdo se coló entre los 52 capítulos de la primera parte y los 74 de la segunda, que forman la primera obra literaria que se puede clasificar como novela moderna.
En aquella época puerco era el vocablo más empleado para designar al cerdo. Una palabra que aparece en varias ocasiones en la novela. Como cuando describe a Dulcinea, famosa por su buena mano para salar cerdos. Aquella forma de conservar la carne, en tiempos de escasez y sin otro sistema para mantenerla durante meses, que dio lugar al rico jamón, estrella de nuestra gastronomía.
Sin olvidar el capítulo De la cerdosa aventura que le aconteció a Don Quijote donde se describe como se encuentran con unos hombres que llevaban a vender a una feria más de seiscientos puercos. Que les pasaron por encima y para saldar aquella afrenta, Sancho se armó de valor, pidió a su amo la espada para matar a media docena de aquellos.
Estas citas dejan entrever la importancia del cerdo ibérico en nuestra historia. El pasado del jamón, tan famoso como para formar parte de las aventuras de Quijote y Sancho. Y la tradición de la celebración de ferias para la venta del animal.
En MAGUISA estamos orgullosos de la estrella por excelencia de la gastronomía española, el cerdo ibérico. Ya famoso en las líneas que Cervantes escribió y el mundo elogió.