El despiece del cerdo ibérico es un proceso artesanal. En Guijuelo, donde el cerdo ibérico forma parte de su paisaje habitual, esta metodología ha pasado de padres a hijos durante generaciones, lo que hacen de la matanza del cerdo un auténtico ritual, únicamente modernizado por la incorporación de la más avanzada tecnología. Como la que ocupa nuestras naves en MAGUISA. Tecnología que ha ayudado a aliviar la gran carga de trabajo, pero no abandona la tradición de esta proceso.
Pero ¿sabrías distinguir la multitud de partes del cerdo ibérico que puedes degustar?
En esta nueva entrada en el blog de MAGUISA describiremos las distintas partes en las que se compone el mayor manjar de Guijuelo, el cerdo ibérico.
Un cerdo ibérico puede dividirse en:
- Abanico
- Carrillera
- Costilla
- Jamón
- Lagarto
- Lomo
- Papada
- Panceta
- Presa
- Paleta
- Pluma
- Secreto
- Solomillo
El abanico ibérico es una parte del cerdo que se corresponde con las costillas y tiene forma de abanico. Son piezas finas con vetas de grasa que la hacen sabrosa y perfecta para asar, pues se obtendrá un resultado crujiente y jugoso.
La carrillera se obtiene de la mandíbula del cerdo, una pieza magra especial para guisos, pues la fibra que forma parte de los músculos maseteros se entrelaza con un veteado de grasa y su resultado tras la cocina es de una textura gelatinosa.
Sigue leyendo la semana que viene en nuestro blog y conoce todas las partes de las que se compone el cerdo ibérico. Te esperamos en MAGUISA.