Por fin ha llegado la primavera y con ella el calor, el vestuario ligero y las ganas de lucir una buena silueta.
Un año más, nos preguntamos cómo combinar la “operación bikini” con las frecuentes salidas y comidas fuera de casa. El especialista Rubén Bravo, naturópata experto en Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha resuelto el dilema, elaborando una dieta basada en dos componentes estrella de la gastronomía mediterránea, : el vino tinto y el jamón ibérico.
Al contrario que en las dietas estrictas que prohiben bebidas alcohólicas y productos derivados del cerdo, esta dieta revolucionaria permite regular y moderadamente estos dos alimentos tan presentes en el modo de vida mediterráneo, en su aspecto social y gastronómico.
El secreto está en que, aliados, el jamón ibérico y el vino tinto aportan vitaminas, minerales y antioxidantes que favorecen la vitalidad diurna y el descanso nocturno, necesarios para combatir los cambios horarios y climatológicos de esta época. Presentan un potencial terapéutico mayor frente a dolencias cardiovasculares, por ejemplo.
Junto a otros alimentos (legumbres, frutas, verduras y productos del mar) y realizando una actividad física regular, permiten perder entre 4 y 6 kilos en cuatro semanas sin privarnos ricos manjares.
El jamón de bellota es la mejor opción entre los ibéricos, por ser un alimento bajo en grasas insaludables, con un 50% más de proteínas de alta biodisponibilidad que el resto de carnes frescas.
Desde Maguisa, os invitamos a seguir esta dieta buena para el paladar y buena para el corazón.