Hoy queremos hablar del producto estrella por excelencia en el cerdo ibérico; el jamón ibérico. Este diamante de la gastronomía se ha convertido en el preferido de muchos hogares españoles y cada vez más, en hogares que están también fuera de España.
El jamón lleva siendo nuestro acompañante en la cocida desde hace cientos de años, no es una moda pasajera si no una tradición indiscutible.
¿Por qué se cuelgan los jamones?
En muchos bares y restaurantes o en tiendas específicas de jamón, podemos observar que cuando entramos, los jamones se encuentran colgados, a veces del mismo techo y otras veces de estructuras que tienen preparadas para ello. Según la historia, esta práctica comenzó hace muchos años atrás (siglo XVI Y XVII) cuando los locales pequeños que eran cristianos colgaban los jamones fuera del propio local para decirle al resto de la gente que ellos eran cristianos, se podía considerar en aquel entonces como una especie de bandera.
Aunque si realmente lo pensamos bien, nos damos cuenta de que ninguna persona que conozca aunque sea un poco el jamón, lo dejaría apoyado en una superficie plana durante el periodo de secado y maduración, pues no tendría el mismo resultado y la explicación es que los jamones se cuelgan especialmente para favorecer su ventilación y que se cumplan los procesos como es debido para obtener un buen sabor y una buena textura y forma del mismo.
Pues bien, ahora que ya hemos comentado algo más sobre el jamón, esperamos que os haya gustado el artículo de hoy.