Esta semana queremos publicar un post algo distinto a los que hemos escrito hasta ahora en nuestro blog, de cara a darle un aporte histórico.
Se trata de contar el por qué de una tradición en forma de expresión cotidiana, que está relacionada con nuestro sector, el ibérico en general y de los mataderos porcinos en concreto.
Esta expresión, como habréis podido comprobar en el título, no es otra que “a todo cerdo le llega su San Martín ”. Hoy en día, coloquialmente hablando, significa que, tarde o temprano, todo el mundo acaba pagando por sus errores.
Está un poco relacionada con el “Karma”, así como con alguna que otra creencia principalmente basada en el destino de las personas, y la repercusión de sus actos del pasado y del presente, en el futuro.
Pues bien dicha frase tiene su origen en la costumbre que existía hace muchos siglos de realizar la matanza del cerdo era el día 11 de noviembre, coincidiendo con la festividad de San Martin de Tours.
Esta creencia se debía a que sobre esas fechas, durante las cuales solía hacer frío, se daban algunos días en los que subía la temperatura sorprendentemente, siendo posible disfrutar de una sensación parecida a la del verano durante unas horas.
La matanza tenía como objetivo adquirir alimentos suficientes para pasar el duro invierno que en noviembre está próximo a comenzar. Por ello se aprovechaba este tipo de temperaturas otoñales para ponerse manos a la obra.
De este modo, podemos afirmar que la frase comenzó utilizándose de manera literal hasta que, con el paso del tiempo, se fue modificando y ampliando su uso, hasta emplearse casi como una metáfora hoy en día