Quizás para algunas personas a simple vista les parezca similar el jamón ibérico y el jamón serrano y otras seguramente serán unas expertas en saber diferenciar cuál es cual, por ello, hoy venimos a hablarlos de las diferencias que existen entre estos dos tipos.
En primer lugar, vamos a clasificar algunos de los diferentes tipos de jamones que podemos encontrarnos en el mercado:
- Jamón ibérico de bellota.
- Jamón ibérico de cebo.
- Jamón ibérico de cebo de campo.
- Jamón serrano o blanco.
- Jamón serrano de bodega.
- Jamón serrano reserva.
¿Qué grandes diferencias podemos encontrar entre el jamón ibérico y el jamón serrano?
Para comenzar, hablaremos de las características del jamón ibérico. Este jamón solo se encuentra en la península ibérica pues es ahí dónde se dan las situaciones climatológicas adecuados para que los cerdos se puedan criar y puedan crecer.
Proviene solamente de una raza: el cerdo ibérico alimentados con piensos de calidad, bellotas frutos y raíces. Este jamón se cura en bodegas naturales y además la grasa que contiene este animal en concreto aportará un sabor excepcional y único.
Las características que podemos destacar del jamón serrano son; que puede provenir de muchas razas de cerdo diferentes, estos se crían con piensos de recintos ganaderos y la grasa de este producto suele ser blanca amarillenta aportando también un gran sabor. Este tipo de jamones se suele dar en espacios artificiales.
Ahora que ya conoces un poco más las diferencias más destacas de ambos productos te preguntamos ¿tú con cuál te quedas?.