Hay numerosas anécdotas, curiosidades, falsos mitos, afirmaciones ciertas a inciertas y otras costumbres alrededor del mundo del jamón. En este post vamos a aclarar el significado y origen de algunas de las expresiones más conocidas relativas a la denominación del jamón ibérico y a explicar algunas de las características de este producto.
- Expresiones como «jamón de pata negra» que pretenden designar a un jamón Ibérico son incorrectas, ya que a día de hoy las agrupaciones raciales de cerdo Ibérico de clase colorada supera a la de pata negra, por lo que la expresión correcta es «jamón Ibérico».
- Utilizar «jamón de Jabugo» como sinónimo de «jamón Ibérico» de montanera es erróneo porque otras localizaciones como las de Guijuelo, Extremadura o la de Los Pedroches de Córdoba presentan calidades similares o incluso superiores.
- Las denominaciones de origen vienen dadas por las principales poblaciones donde se originaron, como es el caso de Guijuelo y Jabugo, poblaciones que aportan más del 60% de la producción total. Sin embargo, la denominación de origen de Los Pedroches hace referencia al pueblo que se encuentra en medio del Valle de los Pedroches.
- Hay jamón Ibérico de cebo y de campo. La diferencia entre estos dos tipos es el lugar donde el cerdo se alimenta en su última fase: el cerdo de cebo está en instalaciones cerradas, mientras que el ibérico en campo abierto.
- El jamón Ibérico es fuente de vitaminas A, B1, B6, D, E, niacina y riboflamina. También contiene calcio, magnesio, sodio, potasio, fósforo y hierro.