El 93% del jamón que se produce en España es blanco, mientras que el 7% es ibérico. A pesar de ser el que más se consume en nuestro país, pasa desapercibido ante la fama del jamón ibérico. El jamón blanco proviene de cerdos de capa blanca que suelen criarse en granjas de régimen intensivo con una alimentación de piensos de cereales.
Las razas más utilizadas en España para preparar estos jamones son Pietrain, Landrace, Duroc y Large White. Existe una amplia variedad de jamones blancos, os los presentamos:
- Jamón Serrano: primera Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) solicitada a la Unión Europea. Un jamón es serrano cuando tiene un periodo de curación de, como mínimo, 30 semanas (7 meses) y según los pesos de entrada y el grosor de la grasa.
- Jamón del Consorcio del Jamón Serrano Español: estos jamones están controlados por dicho consorcio y siguen un tiempo de curación de 45 semanas (12 meses), todos ellos de origen español y con un sello marcado a fuego.
- Jamón DOP Teruel: pesan un mínimo de 7,5 kg y provienen de padre Duroc y de madre cruce con Landrace y Large White. Su proceso de curación dura entre 14 y 18 meses y son alimentados con piensos elaborador en Teruel.
- Jamón IGP Trevélez: con un periodo de curación entre 14 y 24 meses, estos jamones conservan la piel completa y no presentan el famoso corte en V. La denominación IGP deriva del lugar geográfico donde se elabora el producto, no donde crían los animales.
- Jamón IGP Serón: la producción de este jamón se realiza en el término municipal de Serón (Almería). Los jamones con un peso inferior a 7 kg tienen una curación de 16 meses, mientras que para los de más de 8 kg es de 20 meses.
- Jamón curado: los jamones que no pertenecen a ninguna de estas variedades deben comercializarse bajo la denominación «jamón curado», con otras menciones según el periodo de curación: bodega o cava (9 meses), reserva o añejo (12 meses), gran reserva (15 meses).
Ahora ya podéis identificar los distintos tipos de jamones blancos que hay en el mercado.