Cada vez se escucha más el concepto de ganadería ecológica para hacer referencia a la categoría de los productos cárnicos, pero ¿qué significa exactamente ésto?
La ganadería ecológica hace referencia a la conjunción del bienestar del animal durante su cría y vincularlo fuertemente a su entorno natural. Es, decir, para que un elemento cárnico lleve el sello de ‘ecológico’ el animal deberá haber estado criado en zonas al aire libre y alimentado con productos también ecológicos (preferiblemente generados en la propia explotación ganadera).
También deben cuidarse las razas. Por ejemplo, en el ganado porcino se deberán seleccionar los tipos de cerdos que mejor se adecuen al entorno donde se encuentra la explotación, cómo ya hemos explicado en artículos anteriores. También se deben seguir cuidados veterinarios que prioricen la prevención y reducir, en la medida de lo posible, la cantidad de antibióticos que se le suministran al animal.
Por último cabría destacar que en este tipo de explotaciones ganaderas están prohibidas la sustancias destinadas a estimular el crecimiento o a controlar la reproducción, así como algunas prácticas como el corte de rabos, descuerne o recorte de dientes (a no ser que estas prácticas fueran debidas a motivos de seguridad, higiene, o salud).