En Internet circulan muchas invenciones acerca de la carne de cerdo lo que nos hace preguntarnos lo siguiente: ¿no estamos bien informados de las características de esta carne? ¿el cerno no es bueno para nuestra salud? ¿qué hay del arraigo cultural que ha tenido siempre en nuestras cocinas y tradición?
Hoy en Maguisa, Matadero de Guijuelo queremos señalar 5 mitos sobre la carne de cerdo:
- Alta en grasa. Es totalmente falso. El cerdo, aunque acumula grasa subcutánea, no la almacena intramuscularmente que es de donde se obtiene la carne que comemos. De hecho, sólo del 1% al 3% de la grasa del cerdo se encuentra en el músculo.
- Alta en colesterol. La concentración de colesterol en esta carne es inferior a la de vacuno u ovino, por lo que es incluso más recomendable desde el punto de vista cardiosaludable.
- Poco nutritiva. Hay que destacar que es una fuente de proteínas con concentración del complejo B que nos ayudan a fortalecer los tejidos del organismo, especialmente el de los huesos, ya que nos aporta hierro, calcio y fósforo.
- Niños y ancianos deben evitar la carne de cerdo. Es tierna y de fácil digestión. Por este motivo debe formar parte de la dieta habitual de niños, adolescentes y mayores ya que nutritivamente es imprescindible y ofrece innumerables formas de cocinado.
- Comer cerdo es comer siempre lo mismo. Quien haga dicha afirmación no tiene mucha idea de cocina ya que la carne de cerdo es una de las que más posibilidades nos abre dentro de la cocina. Guisos, fritos, horneados, embutidos y un sinfín más de ejemplos. Además su sabor varía dependiendo de la parte del animal: chuletas, lomo, entrecot, secreto, etc.