En estos días en MAGUISA nos encontramos inmersos en la campaña de bellota. Es el momento en el que el cerdo ibérico pasa de su etapa en la dehesa, la montanera, al sacrificio. El cerdo ha ganado el peso que marca la Norma de Calidad del Ibérico y llega a las puertas de nuestro matadero. Comienza nuestro trabajo, marcado por un proceso de calidad y estricto ajuste a las normas de seguridad.
Para todos aquellos que seguís nuestro blog y redes sociales, sabréis lo que es la montanera, la última etapa de vida del cerdo ibérico. En alguna de nuestras entradas hemos relatado los periodos de vida de estos animales hasta la llegada a la industria cárnica.
Antes de la campaña de bellota los cerdos ibéricos se encuentran en la dehesa, alimentándose de bellotas y todo tipo de vegetación que se produce en la misma. Comienza en el mes de noviembre y se extiende hasta febrero, la etapa en la que la vegetación que forma la dehesa; compuesta por encinas, alcornoques y otras especies inferiores, como pastizal o matorral; están en su mejor momento. Listas para el aprovechamiento como alimento principal para el cerdo ibérico.
Finalizado el periodo de alimentación al aire libre, el que se produce una considerable mejora la calidad de la carne gracias a el ejercicio que éste realiza en la dehesa en busca de alimento, comienza el periodo de la matanza. En el que MAGUISA da el toque de excelencia debido a sus certificados de calidad.