Todas esas mañanas en las que nos despertamos a duras penas, arrastrando los pies por el suelo, con las legañas en los ojos y arrastrando las sabanas por la habitación cual fantasma resacoso en una fiesta de disfraces, pueden llegar a su fin. Y es que el desayuno puede ser un aliciente para despertarnos de mejor humor y más activos.
Muy manida es la frase de «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo», y es que es cierto, todos los estudios sobre nutrición lo avalan, el desayuno es la comida más importante del día. Despertarnos sabiendo que vamos a disfrutar de un buen desayuno anima a cualquiera.
No hay nada mejor que despertarse y desayunar un buen tazón de leche con café o té, al gusto de cada uno, un zumo recién exprimido, y una tostada, o dos, de manteca ibérica untada en un pan que acaba de ser horneado. Un auténtico lujo al alcance de todos y al que, desgraciadamente, no le damos la importancia que tiene.
Os invitamos a incluir la manteca de cerdo ibérico en vuestro desayuno, para que comprobéis que es posible levantarse cada mañana con toda la energía necesaria para afrontar el día con una sonrisa.