Hoy en Maguisa, Matadero de Guijuelo vamos a analizar la norma de calidad del jamón aprobada en 2014.
Según esta existen cuatro etiquetas: negro, rojo, verde y blanco para distinguir la categoría del jamón ibérico. Por lo que estos precintos deben estar ya en todos los jamones a la venta.
Esta medida nace con la finalidad de evitar nuevos fraudes en torno nuestro sector. La distinción se realiza dependiendo fundamentalmente del tipo de alimentación del cerdo (bellotas o pienso) y de su pureza (100% ibérica o cruzada). Pero siempre hay dudas en si es verdad lo que se indica.
Según algunas fuentes no hay bellotas para más de 300.000 animales. “Se calcula que unos 700.000 animales de bellota fueron contabilizados en el año 2016, pero las piezas saldrán con el etiquetado correspondiente de aquí a tres años”. Además, “el real decreto establece una cantidad de ganado máxima por parcela y explotación de bellota. Las cifras que se vienen barajando desde hace 10 o 15 años no son reales”.
Sin embargo, parte del sector no está tan de acuerdo. Según el gerente del Señorío de Montanera «el problema es meter en el mismo saco del etiquetado a animales que son ibéricos con los que no lo son. Se venden productos ibéricos procedentes de animales que no son 100% ibéricos, sino que están cruzados (al 50%) y de razas extranjeras”.
Además, este se atrevió a afirmar que “la etiqueta verde es un totum revolutum” y que la etiqueta blanca “la llevan animales estabulados que no se diferencian mucho de un cerdo blanco intensivo”.