En MAGUISA como apasionados del jamón ibérico continuamos con las claves que vas a necesitar para consumir tu joya gastronómica en tu hogar. Si te has perdido la entrada anterior recuerda que en ella te damos los consejos para comenzar con el arte de cortar.
En la entrada de hoy hemos llegado al momento del corte del jamón, cuando podrás lucir ese arte con la pieza. Lo primero que tenemos que hacer es un corte con el cuchillo de sierra sobre la caña, extraemos la corteza y la vamos cortando de forma transversal. Tras la corteza hay capas externas de grasa amarillenta, que retiraremos con cortes en dirección opuesta a la pezuña. Esta grasa deberás reservarla, pues servirán para conservar el jamón. Una vez que llegues al magro, comienza el corte de lochas, con un tamaño de 4 o 5 centímetros de largas y finas, casi translúcidas. Para conseguir un sabor pleno, es conveniente que en todas las lonchas haya suficiente cantidad de grasa y magro. La superficie de las mismas debe ser horizontal, evita los escalones que harán más difícil el loncheado.
Para su presentación recuerda que deben colocarse en un plato unas sobre otras, solapadas, pero no amontonadas. Dejando cierta distancia entre ellas que aporten la elegancia que esta joya se merece.
Si debes conservar el jamón una vez empezado tienes que seguir estos pasos. Lo primero que debes hacer es buscar un lugar fresco y seco, lejos de la luz del sol. Cubre la zona cortada con las lochas de grasa que se habían retirado. Sobre la misma extiende film de cocina para evitar que llegue el aire y la grasa siga nutriendo la superficie del jamón. De esta forma estará a buen recaudo para volver a degustarlo cuando sea menester.
Si eres un amante del jamón ibérico recuerda que en MAGUISA somos expertos en la mejor carne de cerdo ibérico, la de Guijuelo.