El jamón ibérico es uno de los principales tesoros de nuestra tierra. No solo por su inimitable sabor, si no, también, por ser un producto saludable. A pesar de que las antiguas creencias situaban al jamón como el enemigo de las dietas sanas. Son muchos los estudios que lo sitúan como alimento beneficioso para el organismo.
La carne de cerdo ibérica es rica en ácido oleico, gracias a su crianza tradicional en la dehesa. Durante el proceso de montanera las bellotas constituyen el alimento básico de estos animales. Estas tienen unas tasas de ácido oleico superiores al 60%. Lo que contribuye a que la grasa de este animal sea especialmente rica en este ácido. Además, en la dehesa come también hierbas y raíces con lo que puede incorporar sustancias antioxidantes. La cantidad de ácido oleico en el jamón puede alcanzar hasta el 59%.
Pero, volviendo al ácido oleico ¿qué supone su consumo para nuestro organismo?
El ácido oleico es un ácido graso monoinsaturado de la familia de los ácidos grasos omega 9. Su consumo tiene como principal beneficio la protección del sistema cardiovascular, reduciendo la tensión arterial y el colesterol malo, mientras aumenta el bueno. Sin olvidar su bajo contenido en calorías y el rico aporte de vitaminas.
Además, un reciente estudio del equipo de José María Medina, científico del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), ha descubierto que el ácido oleico favorece el desarrollo y la supervivencia de las neuronas. Se afirma que puede prevenir las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
¿Necesitas más razones para consumirlo?
En MAGUISA defendemos la carne más nuestra, la de los cerdos ibéricos que se crían de forma tradicional en las dehesas de Guijuelo. Sana, natural y riquísima.