El jamón ibérico, como todo producto gourmet cuenta con catas y certámenes que buscan derimir cuál es el mejor jamón. Alrededor de todo el mundo se celebran estas catas para las que es conveniente tener cierta formación sobre el producto y conocer los pasos a seguir para analizar todas sus características. Estos son algunos de los parámetros que se deben tener en cuenta cuando catamos un jamón.
- El aspecto visual. Si, el aspecto del jamón importa y mucho. Desde la forma de la pata hasta a la profundidad, textura y color de la grasa, que nos indicarán el tiempo de curación. Si la grasa tiene un tono rosado suele ser síntoma de calidad. También importará la apariencia de las lonchas, que deben ser de rojo intenso y brillante.
- El aroma. Antes de llevárnoslo a la boca deberemos apreciar el olor del jamón. Mediante el olfato podremos apreciar sus matices, su intensidad… si somos expertos nos dará pistas sobre la alimentación que ha llevado el cerdo.
- Degustarlo con calma. Llegados a este punto, el más importante, habrá que dejar que los sabores empapen nuestras papilas gustativas sin perder objetividad. Observar la textura, la jugosidad (no debe estar muy seco) y la cantidad de fibra.