Cortar un jamón puede ser complicado, sobre todo si nunca antes de ha hecho o si se cuenta con muy poca experiencia. Antes de empezar, debes asegurarte de contar con un buen set jamonero y los cuchillos correspondientes. Con todo esto listo, es hora de decidir por dónde comenzar a cortar. La zona realmente depende en gran medida del tiempo que se vaya a tardar en consumir. Si vas a terminarlo rápido, es mejor poner la pezuña para arriba y con la carne más carnosa también hacia arriba. Si no es el caso, es preferible poner la pezuña hacia abajo.
Recuerda que si quitas de golpe toda la corteza se va a secar, por lo que es más recomendable retirarla a medida que se consume. Respecto a las lonchas, la grasa blanca y rosácea se suele dejar, apartando únicamente la corteza amarillenta. El tamaño de las lonchas suele comprender dos veces el ancho de la hoja del cuchillo. Para las zonas más difíciles, aprovecha la carne para hacer taquitos y tener así un buen picoteo.
Para que no se estropee, guarda la pieza de jamón en un lugar seco, fresco y sin luz directa. Aprovecha la propia corteza, papel de film y un paño de algodón para tapar las partes abiertas.