Como se suele decir: del cerdo se comen hasta los andares, y las pezuñas no pueden dejarse aparte. Las manitas de cerdo se pueden cocinar de varias maneras pero sin duda una de las más tradicionales y conocidas es la de guisarlas en salsa. Un plato para épocas más frías en las que apetecen guisos de cuchara, pero que no puede faltar en las mesas de los amantes del cerdo ibérico. Y es que esta parte del cerdo a veces olvidada es un auténtico manjar.
Si se quieren hacer desmenuzadas para dejarlas sin hueso es conveniente ponerlas a reposar 24 horas en agua fria para que suelten la sangre y guisarlas sin atar. A la hora de cocerlas podemos añadirles una cebolla, zanahoria, puerro, clavo, tomillo, pimienta y laurel, y conseguiremos el sabor tradicional tan característico.
La salsa hay muchas maneras de hacerla pero lo ideal es hacerla con cebolla y ajo picados, algunas verduras y añadir algunos dados de panceta. Aderazada con un poco de pimentón y vino blanco. La última cocción se debe hacer con las pezuñas, algo de pimiento y la salsa todo junto para que quede un sabor uniforme.
la receta completa de ‘directo al paladar’ la puedes ver aquí, y sin duda soprenderá para quienes nunca hayan probado este producto porcino. Además es un plato que no pierde sabor si se congela y se recalienta. Ideal para preparar un gran caldero y guardar en invierno.