El chorizo ibérico tiene larga tradición en nuestra zona. Aunque el jamón es el gran protagonista, este embutido también se puede disfrutar ya sea solo como entrante o como integrante de un buen bocadillo. Además muchas recetas típicas de la cocina castellana contienen este manjar. La pregunta es ¿cómo se hace?
Al igual que pasa con otros elementos también muy tradicionales en ésta zona, como el salchichón o el lomo ibérico, para el chorizo se utiliza carne de cerdo magra, que junto a grasa cuidadosamente seleccionada se une a la sal y el pimentón. Una mezcla perfecta para tener como resultado ese característico embutido rojo, sabroso y potente.
Una vez picada la carne junto con la grasa se condimenta, puede ser con pimentón dulce o picante, según el tipo de chorizo que se quiera preparar. El nivel de condimentación será lo más importante para el resultado final, ya que podremos hacer que tenga más potencia por el pimentón o, en cambio, dejar que sea la carne de cerdo la protagonista del sabor.
Una vez hecho el chorizo llega el momento de curarlo. En una sala con poca humedad, y oscura, se conservan nuestros ejemplares durante unos meses, lo ideal es que sea unos 4 o 5, para que termine de adquirir su sabor característico. ¿Te han dado ganas de elaborar tu propio chorizo ibérico casero? Recuerda que en Mataderos Guijuelo tratamos la grasa y despiezamos la carne para que puedas elaborar embutidos de la máxima calidad.