Se acerca San Martín, el 11 de noviembre, la fecha en la que por costumbre se realizaba la matanza del cerdo. De dónde surge esta fecha y ahondar en las costumbres que rodean a la matanza del cerdo ibérico es el tema elegido para el blog de hoy.
San Martín de Tours era la fecha elegida, de ahí la tan repetida frase “a todo cerdo le llega su San Martín”. Una fecha vinculada a la llegada de los primeros días de frío, necesario para tales actividades y porque es un momento idóneo para llenar la despensa de cara al invierno.
La matanza tradicional se realizaba en casa, pero las normas sanitarias que se impusieron hace más de cien años, obligaban a analizar la carne. Era necesario fijar fecha y hora para que el veterinario visitara cada casa.
A pesar del duro trabajo que significaba una matanza se realizaba siempre en un ambiente festivo, los vecinos se reunían y se ayudaban unos a otros. Cada uno tenía su papel en la labor, los hombres se encargaban de las tareas más pesadas y las mujeres de las más minuciosas, hasta los niños tenían alguna que otra tarea que hacer.
Cuando en Guijuelo la crianza del cerdo pasó de ser una forma de autoabastecerse para el invierno, a convertirse en una manera de ganarse la vida, las matanzas se fueron sucediendo en el tiempo durante los meses más fríos, olvidándose de la tan señalada fecha de San Martín.
En la actualidad la fiesta de la Matanza Típica de Guijuelo nos muestra a todos durante unas jornadas cómo era la tradicional matanza y nos invita a degustar platos típicos basados en nuestro rico cerdo ibérico.