Durante algún tiempo, hace medio siglo aproximadamente, la carne de cerdo no estaba bien considerada en cuanto a la salud se refiere. Se trataba de una carne con un altísimo porcentaje de grasa, incompatible con una vida sana.
Esto se debía a que la carne de cerdo, por la manera en la que se trataba, por aquel entonces, era utilizada para fabricar bajones y productos de limpieza. Se desconocían las posibilidades que ofrecía con el adecuado tratamiento.